Información sobre el síndrome de piernas inquietas
Muchas personas tienen sensaciones extrañas en las piernas (a menudo denominadas "alfileres y agujas") y un impulso abrumador de moverlas para controlar las sensaciones. También es posible que padezcas el Síndrome de Piernas Inquietas y experimentes síntomas similares a los de este trastorno sin siquiera saberlo.
Los síntomas del síndrome de piernas inquietas incluyen un fuerte impulso de mover las piernas por la noche, sensaciones extrañas en las piernas (como gatear, picazón, ardor, pulsaciones, dolor o una sensación de alfiler y aguja) y un fuerte deseo de descansar las piernas para obtener alivio de estos sentimientos. Las piernas inquietas también pueden ocurrir en otros lugares como la cabeza, los brazos o el pecho.
La ansiedad en las piernas puede ser causada por muchos factores, pero si tiene la afección, es importante averiguar la causa raíz para ayudar a curarla. Algunas de las posibles causas son apnea en un sueño, presión arterial alta, deshidratación, fatiga, mala circulación y otras afecciones relacionadas con el sistema nervioso. A menudo, los medicamentos recetados por un médico no resuelven el problema porque solo pueden enmascarar los síntomas.
Las piernas inquietas no son peligrosas
En la mayoría de los casos, desaparecerán por sí solos después de unos días. Sin embargo, si continúan ocurriendo más de dos veces por semana durante más de un mes, debe buscar atención médica. Las piernas inquietas y sus síntomas no deben ignorarse y pueden volverse bastante graves.
El síndrome de las piernas inquietas puede causar un malestar extremo y, a veces, incluso provocar un episodio de discinesia tardía, que puede poner en peligro la vida. Si tiene las piernas inquietas, es posible que deba probar diferentes tratamientos hasta obtener uno que funcione. Una forma de evitar esta situación es descansar lo suficiente y comer una dieta bien equilibrada.
Las piernas inquietas pueden deberse a varios factores, entre ellos: mala postura, falta de actividad física, estrés, agotamiento, consumo excesivo de alcohol y cafeína y falta de ejercicio. Si es una persona activa que no hace suficiente ejercicio, hay ejercicios que puede hacer para ayudarlo a mantener sus piernas inquietas bajo control.
Las piernas inquietas se pueden tratar con ciertos medicamentos que están disponibles sin receta o con su médico. Sin embargo, existen otros tratamientos que puede probar, como remedios a base de hierbas, yoga, acupuntura y acupresión. No hay necesidad de preocuparse por los efectos secundarios si realiza estos tratamientos en casa. Le ayudarán a reducir sus síntomas y volver a encaminarse en un período de tiempo relativamente corto. Estos tratamientos alternativos no curarán por completo su síndrome de piernas inquietas, pero le harán la vida mucho más fácil.
Las piernas inquietas se pueden controlar mediante el uso de ciertos productos, como: medicamentos antiinflamatorios, acetaminofeno, ibuprofeno y naproxeno. Si toma algún medicamento recetado para el síndrome de piernas inquietas, hable con su médico antes de usarlo. También debe evitar el uso de los productos si está embarazada, amamantando o amamantando. Además, este tipo de productos pueden afectar la salud del bebé y provocar algunos efectos secundarios.
Existen muchos remedios caseros para el síndrome de piernas inquietas
Muchos de estos remedios son naturales y contienen ingredientes que se encuentran en su hogar. Cuando compre remedios caseros, solo debe comprar aquellos que estén aprobados por su médico o una fuente médica oficial. Busque los que contengan ingredientes que sean seguros y que hayan sido probados clínicamente.
También existen suplementos naturales que pueden ayudar a aliviar los síntomas del síndrome de piernas inquietas. Esto puede incluir: hierba de San Juan y ginkgo biloba. Otros remedios a base de hierbas incluyen: olmo resbaladizo, trébol rojo y ginseng.
Su médico puede brindarle más información sobre cómo aliviar su síndrome de piernas inquietas. Es importante seguir cualquier medicamento o plan de tratamiento que le recomiende su médico.